Una visita a las Chullpas de Sillustani (Puno)

Las Chullpas de Sillustini están ubicadas en la laguna Umayo. Un bello lugar para ver en Puno.




Escrito por: +Raquel Rojas 

 Tras hacer el recorrido de las islas del lago Titicaca en Perú, que por cierto fue maravilloso y llenó mi viaje de mucha luz, arribamos al puerto y dijimos estando en Puno ¿Ahora que podemos hacer?, entonces nos juntamos con otros viajeros que iban con nosotros y decidimos ir para las Chullpas de Sillustani, no sabíamos exactamente donde era, pero eso era lo de menos, pues la gente local nos ayudó y pudimos conseguir un taxi que nos cobró aproximadamente unos S/.60, y entre todos los viajeros (5) llegamos a juntar lo que el taxi nos pidió por la carrera, entonces subimos y emprendimos esa aventura.

El camino, la carretera que nos llevaba, estaba en perfecto estado, y con un buen fondo de música hizo ese viaje ¡súper divertido! Charlando entre todos los chicos, intercambiando ideas, vivencias, entre otras cosas, cuando de pronto en el camino vimos a lo lejos una casa hermosa, rodeada de llamas , alpacas y fue cuando el taxista nos dijó si quieren parar, para que puedan tomar unas fotos y ver el paisaje, no lo dudamos ni un momento y de inmediato sacamos las cámaras, y con una sonrisa inmensa no dejábamos de sorprendernos de todo lo bello que nos da la naturaleza. 

 Finalmente llegamos y tuvimos que ir por un camino en donde nos encontramos con artesanos del pueblo, todos muy amables, tenían pequeños puestos donde ofrecían artesanías , prendas y detalles que podríamos comprar para llevarnos a casa y no olvidar jamas esta visita.

 Bueno y así fue que llegamos al lado verde, a las Chullpas de Sillustani. Me quedé sorprendida de ver tan maravilloso paisaje y el ambiente de tranquilidad que uno siente al caminar por las zonas, el lago , el cielo, el sol, todo parecía un sueño. Una de las cosas que hice fue tirarme al piso y sentir o lograr coger esa energía, me empece a arrastrar por el campo, me estiré, queriendo que mis brazos puedan abarcar todo ese paisaje que tenía frente a mi.

 Pasaron las horas, y el sol se escondía y aparecía la luna, ese momento fue el mejor, la luz que salía era difícil de describirla, era media ploma, amarilla, celeste. Llegaba el fin de la visita, y ya teníamos que regresar al taxi, no queríamos movernos, ni dejar ese lugar, al final salimos corriendo porque ya el taxi casi nos dejaba, y pues nos despedimos de todo y de todos, hasta de una libélula que se nos cruzó en el camino.













Escrito por +Raquel Rojas 





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